
Buenos Aires - La Reina del Plata
Temas de Intrés
Avenida Corrientes
Balvanera
El barrio de Balvanera se divide en tres zonas que popularmente se denominan "Congreso", "Once" y "Abasto". De aquí en más la avenida se halla arbolada especialmente con plátanos (Platanus × acerifolia), de corteza amarillo verdosa.

A partir de la calle Paso la avenida baja abruptamente debido a que en el pasado en dicha calle, entre Corrientes y Lavalle, existía una laguna que daba origen a un arroyo llamado Manso.
Callao a Pueyrredón: Congreso y el Once
Esta sección se caracteriza por los negocios y galerías de todo tipo de mercaderías y por los carteles multicolores de publicidad.
Cuando los comercios cierran, sólo le dan vida algunos centros culturales que también se encuentran en este barrio.
Los edificios son heterogéneos, tanto en su formato como en su estilo y altura.
En la primera cuadra, del lado sur, se halla el edificio Corman, inaugurado en 1978 como el hotel Bauen, que tiene su entrada principal por Callao.

Avenida Corrientes
Balvanera

La peatonal Santos Discépolo sorprende a la avenida por el lado norte, en el cruce con Riobamba: se trata de un pasaje en zigzag, huella del recorrido del que fuera el primer ferrocarril argentino, ya mencionado en la sección de historia.
Este partía de la actual plaza Lavalle, y por la calle homónima llegaba hasta Callao, donde cambiaba de rumbo hacia el suroeste gracias a esta doble curva y continuaba por Corrientes hasta Pueyrredón.
En el pasaje unos murales del artista plástico Marino Santa María y una placa de bronce recuerdan el paso del tren.
En el edificio de la esquina suroeste de Callao y Corrientes (Corrientes 1810), sobre la pared que da al oeste, hay un muy llamativo mural obra de Jorge Ponmar, denominado "64 Tonos de Buenos Aires". Se trata de un teclado de piano, en vertical, de 31 metros de altura, que abarca 64 tonos de colores.



En la siguiente cuadra, del lado norte, se halla La Casona del Teatro, y una cuadra más al oeste hay dos centros culturales que se destacan:
El Teatro del Picadero, ubicado en el pasaje Santos Discépolo 1857 y ahora conocido como Picadero a secas, es un teatro de la ciudad de Buenos Aires que surgió a comienzos de la década de 1980 en un edificio del arquitecto Benjamín Pedrotti que supo ser un lugar de venta de autopartes.
Fue conocido por ser la sede de Teatro Abierto, un ciclo que confrontaba a la dictadura militar que gobernaba en aquella época y que por ese motivo fue incendiado con un atentado en 1981.
Luego de la reconstrucción, que conserva su antigua fachada, el teatro de menos de 300 localidades volvió a abrir sus puertas definitivamente el 29 de mayo de 2012.



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Centro Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires, creado en 1984 y dedicado a la extensión universitaria y al cultivo del arte experimental.
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Cosmos UBA, vecino del anterior, en el n° 2046, se halla en lo que fuera el cine-teatro Cataluña, obra de Alberto Bourdon (el mismo del Ópera). En la década del 60 se convirtió en el Kosmos 70 y se especializaba en dar películas soviéticas. Cerró el 24 de marzo de 2009, por problemas económicos para reabrirse en noviembre de 2010 como el Cosmos UBA, al comprarlo la Universidad de Buenos Aires, buscando hacer de él un espacio para la difusión del cine independiente.El Cosmos volvió a llenarse de cine, Clarín, 11/11/1010
A medida que se camina hacia la intersección con Pueyrredón, los negocios se incrementan. Dicho punto es el centro comercial del llamado barrio del Once, en el que abundan los comerciantes de la comunidad judía, dedicado a la venta de ropa por mayor y menor, así como los comercios de gente de variadas nacionalidades, especialmente coreanos.
Una de las cuadras de mayor actividad comercial es la que se encuentra entre Paso y Larrea. En dicho tramo, del lado sur, se hallan tres galerías muy grandes con locales comerciales:
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La Imperial, de 1.000 m² de superficie y 60 m de profundidad, consta de tres niveles. Es característica por sus pisos conectados por puentes exteriores.
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Del Siglo, en el n.º 2550, con calles internas y frente amplio.
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Del Sol.




Entre las dos primeras se halla el edificio Casa Grimoldi diseñado por Virginio Colombo como edificio de renta para el empresario zapatero Alberto Enrique Grimoldi e inaugurado en 1918.
El estilo del palacio, ecléctico-modernista, combina elementos del modernismo (corriente Liberty milanés) con ornamentos de distintos estilos históricos de Italia, como el pompeyano o el etrusco.
Otros motivos decorativos son característicos del propio Colombo, como las cabezas de leones, las águilas o los cráneos vacunos, además de cuatro cariátides de dos metros en el último piso y, en la mitad de la fachada, un hermoso bajorrelieve, con ángeles y ninfas.
Pueyrredón a Sánchez de Bustamante (Abasto)
Al cruzar la avenida Pueyrredón nos adentramos en la llamada "patria chica" de Carlos Gardel, el Morocho del Abasto (o Zorzal Criollo). En efecto, el gran cantor vivió en este barrio su juventud, pues habitó a pocos metros de la avenida, junto con su madre, en la calle Jean Jaures, actual paseo del fileteado, en una vivienda que hoy es el Museo Casa Carlos Gardel.
La esquina noroeste de Corrientes y Pueyrredón, donde se levantaban antiguamente los talleres del Ferrocarril Oeste, es dominada desde 1908 por un majestuoso edificio de estilo academicista, de planta baja y nueve pisos, construido para la Caja Internacional Mutual de Pensiones por Jacques Dunant (autor de la Catedral de San Isidro) y Gastón Mallet que también construyeron juntos la sede del Centro Naval de Florida y Córdoba).
Ocupa casi un cuarto de manzana y consta de varios cuerpos. La planta baja está ocupada por diversos locales comerciales.
El énfasis está colocado en la esquina, donde remata con una cúpula acompañada por un tratamiento

decorativo de carácter. Erróneamente se ha dicho que este edificio inspiró a Baldomero Fernández Moreno para escribir su famoso poema "Setenta balcones y ninguna flor". En verdad, tal como fue comentado por el escritor y periodista Roy Bartolomew, se basó en uno situado en el Paseo de Julio (hoy Leandro N. Alem), a la altura del desaparecido parque de entretenimientos llamado Jardín Japonés.
En la esquina sureste con la calle Anchorena se levanta el Abasto Hotel, primer hotel de cinco estrellas temático de tango en América.
Construido durante los últimos años del pasado siglo, consta de 126 habitaciones y su decorado está íntimamente relacionado con dicho estilo y danza musical. En sus suites "El día que me quieras" y "Mi Buenos Aires querido" los huéspedes pueden disfrutar de clases de tango así como también de exhibiciones tangueras en su restaurante.
Cuenta además con un tango boutique donde se pueden encontrar diseños temáticos en indumentaria profesional, libros, artesanías y talabartería en general.

A apenas unos metros de Corrientes sobre Anchorena se encuentra el famoso local de cena y show tanguero Chanta Cuatro (ahora denominado Esquina Carlos Gardel) testigo de una historia única donde Gardel solía reunirse con sus amigos y compinches a cenar, trasnochar o cantar. Chanta Cuatro abrió sus puertas por primera vez en el año 1893, por ese entonces bajo la forma de restaurante y hotel familiar de dos plantas. Incluía en su lindero canchas de bochas para el uso de los visitantes. Su apertura fue prácticamente simultánea al viejo Mercado del Abasto de la ciudad, conviviendo ambos en glorias y decadencias.
En la manzana delimitada por Corrientes, Agüero, Lavalle, y Anchorena, sobre una superficie de 21.135,3 m²,11 se halla el imponente centro comercial Abasto de Buenos Aires, uno de los más grandes en tamaño de Buenos Aires.
El edificio en el que se encuentra, de cinco pisos y tres subsuelos, fue inaugurado en 1934 y fue sede del antiguo Mercado mayorista del Abasto, que funcionó allí hasta 1984.
En 1998 se lo recicló y convirtió en el actual centro comercial.




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En él se encuentran, además de los negocios, salas de cine, patios de comida, un gran salón de entretenimientos, y el Museo de los Niños Abasto.
El autor de la emblemática construcción sobre la avenida, que da nombre desde 1893 a esta zona, fue el arquitecto Viktor Sulčič que trabajaba con el estudio de Raúl Bes y José Luis Delpini.
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En la esquina de Agüero y Humahuaca a cincuenta metros de la avenida, se encontraba el famoso Bar (o Fonda) O’Rondeman, lugar donde Gardel comenzó a cantar profesionalmente, en 1910. Fueron famosas las payadas que se daban en tertulias en el lugar hasta pasada la medianoche. Allí también se escucharon "Don Juan", "La morocha" y otros tangos, aún antes de que se estrenaran para el gran público. Hoy se encuentra allí un edificio de departamentos con un restaurante especializado en comida peruana en la planta baja.
A menos de una cuadra y hacia el norte de la ciudad en la calle Gallo 492 vivió otro mito de la música argentina, Luca Prodan. Durante su estadía aquí compuso el emblemático tema "Mañana en el Abasto" del disco After Chabón para su banda Sumo. En la esquina de enfrente al edificio se encuentra el bar El Destino, al cual Prodan concurría diariamente.

A la altura de la calle Sánchez de Bustamante -y aunque todavía nos encontramos en la zona del Abasto- finaliza el Barrio de Balvanera y comienza el Barrio de Almagro.
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