En la zona de Punta Iglesia se construyó antiguamente un muelle por el cual Coelho de Meyrelles sacaba los tasajos del saladero.
Por Mariana Cuesta
En 1916 se estaba construyendo el actual puerto y los pescadores migraban a la nueva banquina. Los días de la vieja estación portuaria estaban contados.
Entonces al ingeniero Vicente Laborante, que era el concesionario del lugar, se le ocurrió refuncionalizar la zona como complejo turístico. Construyó una pileta de agua de mar de casi cien metros. Además sumó confiterías, vestuarios y el muelle, dedicado a actividades deportivas. Así surgió el proyecto “Pileta Lavorante”.
En 1924 un temporal destruyó los sueños del ingeniero, que se apartó definitivamente del proyecto.
La Municipalidad se hizo cargo de la reconstrucción y nació la Pileta Municipal, que era pública y gratuita
Pero en 1950, un nuevo temporal volvió a destruirla, iniciándose un período de inactividad que se extendió hasta 1966, cuando la antigua “Pileta Lavorante” renacía modernizada, con tres natatorios, que incluía saltos ornamentales con altos trampolines y uno olímpico. Los nuevos concesionarios fueron Giaccaglia y Von Kotsch.
En 1989 la hiperinflación puso fin al proyecto y los concesionarios no volvieron a presentarse. Las piletas dejaron de funcionar.
En 1993 el intendente Mario Roberto Russak anunció que taparían las piletas para siempre
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