Cieneguillas es una localidad argentina ubicada en el departamento Santa Catalina de la provincia de Jujuy. Se encuentra en la intersección de las rutas Nacional 40 y la Provincial 87, a 34 km al oeste de la ciudad de La Quiaca y a 28 km al sureste de la cabecera departamental Santa Catalina.
Ubicada a 324 km de la ciudad de San Salvador de Jujuy y a 5 km de la línea de frontera con Bolivia.
También es el paso más cercano al Monumento natural Laguna de los Pozuelos donde se puede apreciar una variedad de paisaje y fauna diversa protegida.
Otros pueblos vecinos pertenecientes al distrito homónimo son Puesto Grande, Puesto chico, Calahoyo, Pasajes, Yoscaba, Toquero, y Casira.
Cabe mencionar que para llegar desde La Quiaca por la ruta nacional 40, se debe recorrer un camino de tierra de 34 kilómetros y atravesar la Cuesta de Toquero punto geográfico límite entre el Departamento de Yavi y Departamento Santa Catalina.
Un lugar majestuoso para visitar, próximo a Cieneguilas es el Monumento natural Laguna de los Pozuelos que dista a 27 km al suroeste de la localidad.
Es uno de los espejos naturales más espectaculares ubicado entre los cerros y donde en época de verano es posible avistar una gran variedad de fauna.
Otros lugares a visitar son Casira Pueblo Alfarero por excelencia donde se comercializa por cuantía productos realizados a base de arcilla, Calahoyo un caserío donde hace unos años se descubrieron restos fósiles de un Gliptodonte.
Museo Etnográfico "Eufrasio Cari": museo particular que tiene importantes piezas de las culturas aborígenes locales.
Monumento Natural Laguna De Los Pozuelos
Por Karina Jozami
Este Monumento Natural, creado en 1981, se ubica en la región puneña del norte de la provincia de Jujuy, entre las localidades de Rinconada, Lagunillas, Yoscaba, Cieneguillas y Pozuelos.
En el corazón de una gran cuenca de drenaje cerrada, esta laguna permanente pero de salinidad fluctuante, sufrió una retracción entre los años 1990 y 1995, alcanzando una superficie de 100 hectáreas en los períodos más secos.
En esta estación, quedan al descubierto grandes áreas cenagosas y una rica pradera
junto a la laguna, que es usada por los lugareños para pastoreo, en su mayoría de ovejas y llamas, especialmente en el invierno austral.
Circundada por cordones montañosos, la laguna en sí misma no posee abundante vegetación acuática. El humedal está rodeado por una estepa semiárida con matorrales. Su principal riqueza es la variedad de aves acuáticas: 44 especies que fundamentan la nominación de monumento natural.
Sin lugar a dudas, los más sobresalientes son los gráciles flamencos; sus lánguidas
figuras rosadas contrastan con los terracotas del altiplano. Aves acuáticas de gran tamaño, anidan en colonias, cercanas a las partes bajas de los lagos y lagunas, donde construyen nidos de barro en forma de cono truncado, en los que depositan uno o excepcionalmente dos huevos.
Los polluelos nacen con el pico recto y toman la forma corva a medida que van creciendo. También cambian las plumas, que son plumones blancos en los pequeños, mudándose a castañas y luego, cuando llegan a la madurez, se convierten en rosadas, variando su tonalidad según la especie y la alimentación.
Consumen minúsculas algas e invertebrados, que retienen luego de filtrar el agua en el pico, provisto en su interior de laminillas especiales.
En Laguna de los Pozuelos, la población de flamencos asciende a 25.000 ejemplares, conviviendo tres especies: el flamenco austral, la parina grande y la parina chica, estas últimas nativas de la Puna. Como sus dietas son diferentes no compiten entre sí por los recursos alimenticios.
Los patos maiceros, el barcino y el puna,
se concentran en la desembocadura del río Cincel. Autóctono de la región, con capucho oscuro y pico celeste azulado, el puna nidifica en el pasto alto. Si bien el maicero, el barcino, el colorado y el juar-jual poseen grupos endémicos en la región, habitan en otros ambientes además de la Puna.
Las gallaretas, aves acuáticas que se alimentan de vegetales flotantes, pequeños invertebrados y algunos peces, se presentan en tres especies: la andina, la cornuda y la gigante.
Los nidos hechos de juncos y otras plantas acuáticas, se distinguen por sus escudetes frontales de distintas formas y colores.
Los chorlitos, pequeñas aves con el pico y las patas largas, consumen insectos, larvas y vegetales. Algunos ejemplares poseen nido en el hemisferio norte y migran todos los años a la Argentina; otros anidan en la Patagonia y migran a la región norte del país.
Grandes bandadas llegan a la zona, escapando del invierno de los ambientes árticos. No obstante, hay varias especies propias de nuestro territorio, como el chorlito serrano y el de vincha, que prefiere las orillas inundables, el bullicioso tero serrano y la avoceta andina, que se caracteriza por su largo pico, muy fino y curvado hacia arriba, adaptado para capturar pequeños invertebrados.
Los problemas de conservación que se presentan en esta área protegida residen principalmente en la erosión por sobrepastoreo, la extracción de huevos de aves de las colonias nidificantes y la contaminación del río Cincel como resultado de actividad minera fuera del Monumento Natural. En este extenso humedal, las aves acuáticas encuentran un rincón privilegiado para anidar y crecer.
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