Punta Tombo es una reserva de fauna en la costa atlántica de la provincia del Chubut, en la República Argentina, y una de las principales y más numerosas colonias continentales de cría del pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus). Está ubicada a 100 km al sur del valle inferior del río Chubut, donde se encuentran las ciudades de Rawson y Trelew.
Fue creada por un decreto de 1972 con la categoría de reserva natural turística; en 1985, una nueva ley la designó reserva faunística provincial y reafirmó el objetivo inicial de proteger la colonia de pingüinos de Magallanes, así como la nutrida colonia de aves que forman parte del ecosistema costero.
En el año 2015 se creó el Área Protegida Marina Punta Tombo, una suerte de barrera que abarca 60 kilómetros de litoral costero y avanza mar adentro alrededor de 3 millas náuticas, con el objetivo de beneficiar a la colonia de pingüinos de Magallanes.
Esta área protegida marítima abarca unas 31 000 hectáreas de superficie y el objetivo
de su creación es proteger las zonas de alimentación y tránsito de los pingüinos de Magallanes en torno a Punta Tombo y Punta Clara y favorecer además a otras especies de interés comercial y fauna marina dentro de esa área.
La mayor colonia de Pingüinos de Magallanes del mundo
Por Mariana Turiaci
En Argentina se encuentra una de las principales y más numerosas colonias de pingüinos de Magallanes. Está ubicada en la provincia de Chubut y es un sitio muy visitado por turistas de todo el mundo.
Se la conoce como Punta Tombo y es una reserva natural. Está situada en el paraje “Dos pozos” perteneciente al departamento de Florentino Ameghino a unos 110 kilómetros de las localidades de
Trelew y Rawson. En este punto geográfico, la aridez característica de la Patagonia se encuentra con el mar en un paisaje maravilloso.
Punta Tombo es una franja de playa pedregosa de unos 3 kilómetros de largo por 600 metros de ancho que confluye con el Océano Atlántico.
El suelo compuesto por canto rodado y arena muy fina es ideal para que los pingüinos excaven sus nidos.
Miden unos 50 centímetros de altura aproximadamente y se caracterizan por
su plumaje blanco y negro, que les permite mimetizarse con el medio marino.
Se suelen alimentar de peces como sardinas, pejerreyes, anchoas y otros que cazan con una técnica muy eficiente basada en la agilidad con la que se desplazan en el agua. Estas habilidades les son enseñadas a las crías y garantizan la preservación de la especie.
Anidan en terrenos blandos cercanos a la costa y ambos padres se turnan para empollar los huevos y buscar alimento. Las crías alcanzan la madurez a los 90 días.
Estas aves marinas arriban a este lugar todos los años para anidar, aparearse y tener sus crías.
Luego, emprenden el viaje de regreso hacia el noroeste de Sudamérica y regresan a las playas chubutenses al año siguiente.
Los pingüinos de Magallanes pasan la mayor parte de su vida en el agua y al nadar pueden alcanzar una velocidad de 8 kilómetros por hora.
Entre los meses de agosto y septiembre, tiene lugar el arribo de los machos y hembras y el armado de los nidos.
Octubre es la época de incubación de los huevos, que dura entre 30 y 45 días. Y al mes siguiente comienzan los nacimientos y primeros cuidados de los pichones.
En enero ya están en condiciones de salir del nido, mudan su pelaje y hacen sus primeras incursiones en el mar.
En 1979 la provincia de Chubut declaró
a Punta Tombo como Reserva Faunística para proteger a los Pingüinos de Magallanes y las especies que conviven con ellos. Es decir, se trata de un área protegida bajo un régimen especial por parte del Estado nacional o provincial y donde se cuida especialmente la biodiversidad del lugar.
Fauna
La fauna terrestre es propia de la estepa patagónica.
Se ha observado la presencia de guanacos (Lama guanicoe), zorros grises (Lycalopex gymnocercus), hurones (Galictis cuja), cuises (Microcavia australis), maras (Dolichotis patagonum) y peludos (Chaetophractus villosus).
Un islote ubicado en el extremo de la franja
rocosa que configura la punta es un apostadero habitual de lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens).
Con algunas variaciones según la temporada, se ha contabilizado en Punta Tombo la presencia de 400.000 ejemplares de pingüinos de Magallanes, número al que se llega a partir de constatar para el 2017 unos 150.000 nidos activos, es decir, nidos en los que se contabilizó una pareja reproductora, lo que la convierte en la segunda mayor pingüinera continental de esta especie.
Otras especies de aves observadas en el lugar incluyen a las gaviotas cocinera (Larus dominicanus) y gris o austral, (Leucophaeus scoresbii): los gaviotines sudamericano (Sterna hirundinacea), pico amarillo (Thalasseus sandvicensis) y real (Thalasseus maximus); los cormoranes cuello negro (Phalacrocorax magellanicus) e imperial (Phalacrocorax atriceps); los ostreros negro (Haematopus ater) y común (Haematopus palliatus); los petreles gigantes oscuro (Macronectes halli)
y común (Macronectes giganteus): los patos overo (Anas sibilatrix) y crestón (Lophonetta specularioides); y las garzas blanca (Ardea alba) y bruja (Nycticorax nycticorax).
Por sus características, la reserva está catalogada como una de las áreas importantes para la conservación de las aves en Argentina.
Flora
La vegetación es típica de la ecorregión: escasa, con grandes áreas sin presencia de especies, debido a las características de arenosas del suelo con escasa o nula presencia de materia orgánica y a la escasez de agua, las bajas temperaturas y el viento propios de la región.
Entre las escasas especies presentes se destacan el quilimbai (Chuquiraga avellanedae), el Colapiche (Nassauvia glomerulosa) y el coirón amargo (Stipa speciosa).
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