Esquel es una ciudad del noroeste de la provincia del Chubut, en Argentina, que se encuentra localizada en el departamento Futaleufú, del cual es cabecera.
Es el centro de servicios más importante de la cordillera chubutense. Sus recursos económicos más destacados son la ganadería, la silvicultura, el centro de esquí La Hoya y Laguna La Zeta. Poco más al sur, Trevelin y Corcovado cierran la zona lacustre sur de la Patagonia Andina Norte.
La ciudad de Esquel, se ubica al noroeste de la provincia del Chubut (sobre la RN40). Al pie de la Cordillera de los Andes, es un lugar con atracciones dignas de conocer.
Uno de sus lugares más emblemáticos es el monumento Piedra Paradaen plena estepa patagónica y en medio del valle del Río Chubut se alza una imponente piedra de origen volcánico de 210 metros de altura.
El lugar fue la caldera de un antiguo volcán, cuya chimenea se solidificó y dio origen a geoformas muy peculiares.
En la zona hay un claro contraste entre la estepa y las manchas verdes alrededor del río Chubut. Hay excursiones para realizar caminatas y observar impresionantes fallas geológicas con paredes de colores tan inesperados como el azul, el rojo, el gris o el verde esmeralda del rio.
Para los montañistas estas tierras chubutenses son ideales para practicar escalada al aire sin pagar nada.
Adicional a esta área natural, también se puede conocer los Túneles de Hielo. Ubicados a 50 kilómetros de la ciudad, después de una travesía en 4×4 por un espléndido bosque de lengas y un trekking de moderada dificultad, se llega casi hasta el pie de una cascada en cuya
base y dadas las condiciones climáticas, se acumula nieve durante el invierno que luego dará origen a los Túneles de Hielo. Un espectáculo que se da en pocos lugares del mundo.
City Tour
A pesar de ser un región hermosa e inexplorada es aún desconocida para muchos y el turismo recién comienza a tomar fuerza.
La ciudad de Esquel se luce más moderna que hace unos años, la avenida principal está repleta de bancos en las veredas para comodidad de los turistas. También cuenta con cervecerías con mesas exteriores y circuitos para pasear.
Desde la ciudad se ofrece un City Tour que comienza el recorrido en el centro de la ciudad, donde se visita el reloj de sol en la Plaza San Martin, la escuela Nº 76, la más antigua de ciudad y el primer almacén de ramos generales. Luego se llega hasta la Capilla Galesa Seion y al Museo Municipal Esquel.
Luego, se continua hacia la Reserva Natural Urbana Laguna La Zeta transitando un camino en ascenso desde donde se puede apreciar excelentes vistas de la ciudad de Esquel.
La Reserva es un lugar de gran biodiversidad con posibilidad de avistar 150 especies de la avifauna de la región.
De esta hermosa comarca de Chubut, lo que más atrae es esa sensación de libertad y virginidad.
En la ciudad de Esquel, aún podemos navegar, acampar, escalar o bañarnos sin pagar un peso.
Esquel es, sin dudas, un misterio capaz de seducir a cualquiera que se proponga conocerlo.
Parque Nacional Los Alerces
El Parque Nacional Los Alerces es una gran área protegida y Patrimonio mundial de la Unesco.
Se encuentra en la Provincia del Chubut. Incluye a los lagos Futalaufquen, Verde, Krüger, Rivadavia, Menéndez y el río Arrayanes.
Por sus paisajes es considerado uno de los más bellos parques nacionales de Argentina.
Fue creado en el año 1937 y posee una superficie de 259.570 ha. El fundamento de su creación es la protección de los bosques de lahuán o alerce, uno de los árboles de mayor longevidad del planeta, que llegó a estar en peligro de extinción. Forma parte de la Reserva de Biosfera Andino Norpatagónica desde 2007.
Los ambientes del área protegida puede encuadrarse en las eco-regiones de bosque patagónico y de altos Andes con un clima templado frío de gran estacionalidad: los inviernos son lluviosos y con nevadas, y los veranos secos, con noches frescas.
En el área se encuentra un complejo sistema lacustre de numerosos ríos, arroyos y espejos de agua.
Cerca de 4000 milímetros de lluvia anual convierten a esta región en una de los bosques andino-patagónicos más ricos en vegetación: el bosque valdiviano.
En este ambiente, se distingue el alerce o lahuán, una gigantesca conífera que a inicios del siglo XX estuvo a punto de desaparecer por la explotación descontrolada.
La Patagonia argentina tiene el privilegio de poseer una de las formaciones boscosas más antiguas y densas de esta especie.
A los costados del lago Menéndez, los majestuosos ejemplares poseen una edad estimada de 4.000 años y alcanzan 75 metros de altura y 3,5 de diámetro.
Hacia el este, la transición con la estepa marca bosques menos frondosos donde crecen el maitén y el ciprés cordillerano.
También los radales, arrayanes, ñires, lengas y maquis cubren las montañas y conforman un paisaje matizado por ríos y lagos.
El primer punto estratégico en la recorrida por el Parque Nacional Los Alerces es la Villa Futalaufquen, que se encuentra a 50 kilómetros de Esquel y limita al Oeste con la majestuosa Cordillera de los Andes. Ocupa una superficie total de 263.000 hectáreas que lo ubican cuarto en tamaño entre los parques nacionales de Argentina.
Su cercanía a la cordillera permite el desarrollo de un tupido bosque Andino Patagónico y en la zona de mayores precipitaciones crece una selva valdiviana donde se destaca el Alerce o Lahuan. Este árbol milenario, es de crecimiento lento y sus ejemplares pueden vivir entre 3000 y 4000 años de edad y medir mas de 70 metrosde altura.
La nostalgia y la historia se dan cita en Esquel en el recorrido que hace del viejo expreso patagónico La Trochita, un verdadero estandarte de la región.
Por Marcelo Sola
Desde la estación de ferrocarriles de Esquel se puede realizar un verdadero viaje al pasado en un tren de trocha angosta conocido como expreso patagónico La Trochita.
La excursión dura medio día y comienza en la punta de rieles de la línea original que unía las localidades de Ingeniero Jacobacci y Esquel con servicios regulares de pasajeros y carga.
En el transcurso, el convoy bordea el gran valle de Esquel.
A través de las ventanillas de sus vagones
se observan las altas montañas de formación glaciaria que lo rodean. El tren transita por un ecosistema conocido con el nombre de “ecotono”; el viajero puede ver el cambio de vegetación del bosque valdiviano hacia la estepa o desierto patagónico.
En verano se realizan excursiones diarias de dos horas y media, ida y vuelta, hasta la estación de Nahuel Pan con una formación que incluye una locomotora a vapor de la década del ‘30 de origen belga y estadounidense.
Su particular trocha angosta, de sólo 75 centímetros, lo convierte en uno de los cinco trenes en el mundo de esas
características que sobreviven al paso del tiempo. La locomotora técnicamente se denomina “trocha súper económica” por la diferencia de los centímetros entre riel y riel.
La velocidad máxima que alcanza este antiguo vehículo de acero es de 45 km/h, la mínima es de unos 5 km/h.
Los visitantes se sorprenden al presenciar la puesta en marcha de La Trochita. El maquinista debe presionar una llave de modo manual para mandarle el vapor del domo al pistón, que es el que le da tracción a la maquina.
Para que esto suceda la caldera tiene que estar funcionando a toda actividad, con sus 10.000 litros de fuel oil y sus 10.000 litros de agua.
La columna de humo, el negro de la locomotora y los estrechos vagones calentados con una salamandra son postales de un atractivo turístico universal.
Luego de una intensa curva sobre la derecha, los viajeros pueden apreciar el cordón montañoso Nahuel Pan (que tiene 1.800 m.s.n.m.), de color rojizo con rocas de origen volcánico y altas cumbres con nieves eternas.
Luego de transitar el sinuoso recorrido y de sortear la geografía caprichosa de la Patagonia en estas frías latitudes, se llega a la estación Nahuel Pan, en cuyos
alrededores y de forma muy dispersa habitan algunos descendientes de nativos mapuches, dedicados principalmente a la actividad pastoril y a la realización de artesanías con telar, que luego venden en las ferias.
Todos los años en el mes de marzo, la comunidad mapuche organiza y desarrolla su principal ceremonia religiosa, llamada Camaruco, la cual la convoca al pie del cerro Nahuel Pan para invocar a su dios con rogativas vinculadas a distintos aspectos de sus vidas, necesidades y costumbres.
Luego de estar unos instantes en la antigua estación y de que la locomotora realice las maniobras de desenganche y enganche para ubicarse nuevamente al frente del convoy, comienza el retorno a la ciudad de Esquel.
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