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Foto del escritorReinaldo Cernadas

Parque nacional Río Pilcomayo

El parque nacional Río Pilcomayo se halla a 5 km de la localidad de Laguna Blanca y a 4 km de la localidad de Laguna Naick Neck, en la provincia de Formosa en Argentina. Tiene una extensión de 51 889 ha y su centro geográfico.

Este Parque Nacional fue creado en el año 1951 y se encuentra a tan sólo 5 kilómetros de la localidad de Laguna Blanca, separada de ella por un camino vecinal que nos pone en contacto con este lugar tan especial de la provincia de Formosa.

Tiene una extensión aproximada de 48.000 hectáreas en las que se protege dos ambientes bien definidos del Chaco Oriental o Húmedo, donde se encuentran representadas dos formaciones fitogeográficas: por un lado la selva de ribera y por el otro el monte.


Tanto la selva como el monte presentan ejemplares arbóreos de gran porte, con un clima subtropical que se manifiesta con temperaturas elevadas a lo largo de

todo el año, una fauna variada donde se destacan algunos ejemplares muy especiales como el yaguareté, variedades de monos, ocelotes y un sin número de aves.

Todas aquellas personas que quieran visitar a conciencia el Parque Nacional deberán disponer por lo menos de dos o tres jornadas intensas y podrán hospedarse en Laguna Blanca.


Aconsejamos contratar los servicios turísticos en esa localidad de guías especializados.


Este parque mereció la declaración mundial

de sitio RAMSAR (Convención Relativa a los Humedales de importancia Internacional). Este evento ocurrió en el año 1992 y estuvo en relación directa a la importancia que el agua tiene para la supervivencia y reproducción de cientos de especies de aves acuáticas en Laguna Blanca.

Aquí se han podido registrar más de 300 especies de aves, casi 70 mamíferos, 25 anfibios, 42 reptiles y un total de 500 especies vegetales.


Los ambientes acuáticos son habitados por cigüeñas, garzas, espátulas rosadas y patos; además dos especies de yacarés, el negro y el overo.


Los peces de estas aguas poseen algunas adaptaciones que les permiten sobrevivir en períodos de sequías como el tamboatá o cascarudo, que respira aire atmosférico y cambia de charcos impulsándose con sus aletas pectorales.

La zona posee escasa pendiente y presenta en el terreno innumerables esteros y lagunas.

Toda el área está sometida a inundaciones periódicas que alternan con períodos de sequía, creando inmensas zonas anegadas en verano. Los esteros poseen diverso tipo de vegetación que va desde los alzados hasta los embalsados.

Casi toda el área protegida está cubierta de pastizales y palmeras. En los bajos se extienden los esteros y en los puntos más altos, las isletas de monte. La palma blanca o caranday alcanza los 14 metros de altura y posee hojas palmadas de color verde glauco. Las cotorras, el carpintero cabeza pajiza y el loro ñenday anidan utilizando los huecos de sus troncos. Los murciélagos como el moloso cola larga grande también se refugian en estas palmeras.

Las zonas de escasos declives, con muchos esteros y lagunas, soportan inundaciones periódicas que alternan con épocas de sequía y crean en verano vastas extensiones anegadas. En estos espacios abiertos son comunes los ñandúes y grupos de chuñas de patas rojas.


Además de la variedad de carpinteros que distinguen a esta área protegida, se encuentran aves como el surucuá común, el trepador castaño y la choca listada. Los esteros, cañadas y lagunas concentran poblaciones de aves acuáticas como las cigüeñas americanas, tuyuyú y yabirú, que lucen un brillante cuello rojo y negro que contrasta con el blanco de su plumaje. Las garzas son comunes en las orillas, donde buscan peces, ranas y reptiles para alimentarse.

Otro animal característico de la zona es el aguará guazú, un zorro solitario, tímido y de hábitos nocturnos. Este mamífero de gran tamaño, que se encuentra en peligro de extinción, posee largas extremidades que le permiten moverse con agilidad en los vados.

Los monos caí, carayá y mirikiná o mono de noche habitan los montes de quebracho colorado chaqueño, lapacho y urunday y las selvas del río Pilcomayo.


En los bosques conviven el oso melero o kaaguaré, que trepa a los árboles para alcanzar los avisperos y termiteros, y los coatíes, que se mueven en grupos.

En el espejo de agua más grande del Parque Nacional, la laguna Blanca, de 800 hectáreas de superficie, conviven dos especies de yacaré: el overo y el negro, ambas en peligro de extinción.


Entre los reptiles también habitan la boa curiyú y culebras acuáticas como la ñacaniná, entre otros ofidios. También en los tupidos pehuajozales y pirizales (concentraciones de pehuajó y pirí) se pueden ver carpinchos y coipos o nutrias.


SENDEROS

La Intendencia del Parque está ubicada en Laguna Blanca y ofrece a los visitantes un área de recreación en la zona de la Laguna propiamente dicha con la existencia de mesadas, fogones y sanitarios.


Desde aquí parten dos senderos de interpretación dentro del parque que son:

  • Sendero a la laguna Blanca:

Se llega caminando por pasarelas a través de un pehuajozal, donde es muy probable ver carpinchos o yacarés entre achiras de flores amarillas y enredaderas, además de distintas aves palustres. En la laguna se puede realizar navegación sin motor.

  • Sendero "Los tesoros ocultos de la Naturaleza": recorre una porción de monte y un pehuajozal.

Cerca de la seccional de guardaparques Estero Poí, también existe un campamento agreste y parte un sendero de interpretación:

  • Sendero "Los secretos del Monte"

En sus 1.200 metros de recorrido da a conocer, fundamentalmente, las diferentes especies vegetales que crecen en el Parque.


Por camino vehicular, acercándose al río Pilcomayo, donde existe un campamento agreste, se inicia otro sendero:

Sendero vehicular interpretativo "¿De quién me hablan?": partiendo de la Seccional Guardaparque Ricardo Fonzo. Se transita 5.000 metros por sabanas con palmeras, bañados, isletas de monte y selva en galería, llegando hasta la costa del río Pilcomayo.


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