Según sus datos técnicos, este faro se encuentra en el partido de Tres Arroyos, próximo a la desembocadura del arroyo Claromecó. Su ubicación geográfica es la siguiente: latitud 38° 51' S y longitud 60° 03' W.
Su construcción consiste en una torre de mampostería con franjas horizontales blancas y negras y una altura de 54 metros. Fue realizado en respuesta a la misma necesidad que motivó la instalación de otros faros: para evitar que los buques se aproximen a los bancos arenosos típicos de esta región y encallen.
Para ello, el faro puede verse a una distancia de 25,9 millas náuticas de la costa y está provisto de grandes lámparas que con sus destellos pueden verse mar adentro, sobre todo cuando los vientos y las tormentas dificultan la navegación y la orientación.
El nombre del faro, homónimo de la ciudad, proviene del arroyo que se
encuentra al sur de la provincia de Buenos Aires. En mapuche, “claromecó” se origina en tres palabras: “cla” (tres), “rume” (juncos) y “co” (arroyo, agua). La traducción sería: “Tres arroyos con juncos”.
Ubicado a dos kilómetros de la localidad, a su cima se llega luego de subir uno a uno los 278 escalones que forman parte de la estructura de una fascinante escalera caracol.
En su base, los restos óseos de una ballena encontrada en esas costas forman parte del mobiliario que decora este singular lugar.
En temporada se convierte en uno de los paseos preferidos de los más chicos, que quieren subir y ver cómo se ve todo desde allá arriba.
La construcción del faro se inició en el año 1920 en tierras que fueron donadas por María Larramendi de Bellocq y recién fue inaugurado el 20 de octubre de 1922. Fue una verdadera odisea para esos tiempos.
Este faro es uno de los más altos de América del Sur, posee 8 metros de ancho en su base mientras que tiene
alrededor de 5 metros en su parte más elevada. Desde allí se logra una inmejorable vista no solo de Claromecó, sino también de las localidades vecinas como son Reta y Orense, además de apreciar algunos accidentes geográficos de la zona.
La escalera de caracol posibilita el ascenso a la plataforma que rodea la garita donde se encuentra el foco de 1.000 watts de potencia que se enciende por las noches y que desde su creación ha evitado decenas de naufragios.
El predio donde se halla el faro es mantenido y administrado por el personal del Servicio Hidrográfico de Balizamiento de la Armada Argentina y puede ser visitado diariamente en los horarios de invierno y de verano, que se deben consultar directamente en el acceso al faro.
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