La ciudad de Alta Gracia es la cabecera del departamento Santa María, provincia de Córdoba, Argentina. Está a 36 km al sudoeste de la capital provincial, en el amplio Valle de Paravachasca, entre los faldeos orientales de la Sierra Chica al oeste y la llanura pampeana al este, surcada por el arroyo Chicamtoltina, tributario del río Anisacate y sistemáticamente contaminado por el vertido de las lagunas sanitarias que arrojan sus desechos sin el adecuado tratamiento.
La ciudad es un conocido centro turístico debido a su patrimonio arquitectónico, ya que en su área central se encuentra el casco de una antigua estancia jesuítica.
Dentro de la ciudad se puede apreciar una innumerable cantidad de edificaciones y huellas del pasado jesuítico como la Iglesia principal de la ciudad, la Residencia (hoy museo del Virrey Liniers), el Tajamar, la Hornilla y los Paredones.
Otros importantes sitios históricos para recorrer son la casa de Manuel de Falla,
la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, la vieja estación de trenes y la identidad de una ciudad con una extensa y colorida historia.
Posee un plácido y saludable clima casi todo el año que atrae a viajeros y turistas, motivo por el cual el turismo es uno de sus principales recursos económicos.
Además de la actividad principal que es la prestación de servicios turísticos y el comercio a nivel zonal, posee pequeñas industrias alimentarias (bebidas) y textiles (fabricación de ponchos).
Alta Gracia cuenta con una diversidad de lugares que el visitante puede conocer y apreciar:
El Tajamar
Es el dique artificial más antiguo de la provincia de Córdoba y fue construido por los Jesuitas en el año 1659. Su caudal de agua permitía el riego de los sembradíos, además del funcionamiento de dos molinos harineros y un batán.
Hoy en día es un lugar de encuentro familiar y esparcimiento.
Reloj Público
Fue construido en 1938 con motivo de la celebración del 350° aniversario del otorgamiento de la Merced de las tierras y representa el paso del tiempo y las etapas históricas de la ciudad.
La base del monumento de piedra tosca y adornos simbólicos representa las raíces indígenas de Paravachasca, nombre con que los comechingones denominaron a la región y que significa en lengua aborigen lluvia a destiempo o vegetación enmarañada.
En el cuerpo del edificio se evoca al período hispánico mediante arcos, balcones
y revestimiento rústico. En sus aristas se observan las esculturas del indio, el conquistador, el misionero y el gaucho, obra ejecutada por Troiano Troiani en homenaje a los que forjaron nuestra historia.
La Virgen de la Merced, patrona de la ciudad, ha sido colocada en una hornacina en el frente del monumento.
La torre culmina con el reloj eléctrico con campana de bronce que suena cada hora y a cada media hora, cuyas cuatro esferas se orientan hacia los puntos cardinales.
La construcción de la Torre Reloj testimonia la búsqueda de la tradición local y la aspiración de la vanguardia progresista.
Parroquia Nuestra Señora de la Merced
Diseñada por Andrés Blanqui, arquitecto de la Orden Jesuítica y responsable de la mayoría de las obras coloniales más prestigiosas de la Argentina, el santuario es una verdadera joya del barroco colonial que corona el ala sur del complejo. Única en el país por su fachada sin torres, posee un perfil de curvas interrumpidas y pilastras apareadas que rememoran el barroco italiano tardío.
En su interior exquisitamente ornamentado, se destacan el retablo del altar mayor con sus columnas salomónicas y el púlpito tallado en madera, debajo de la bóveda.
Gruta Nuestra Señora de Lourdes
Se encuentra a sólo 3 km del centro de la ciudad y fue construida entre 1915 y 1916 por contribución de la gran inmigración francesa de la época. Una década después, con estilo colonial, se erigió la Capilla que la secunda.
Desde septiembre de 2011 se registra un fenómeno en la hornacina del retablo que capta la adhesión de miles de fieles.
La idea y realización se debe a dos mujeres de Buenos Aires: Guillermina Achával Rodríguez y Delfina Bunge de Gálvez quienes, deseando testimoniar su gratitud a la Virgen de Lourdes de Francia por un favor recibido, intentaron reproducir en suelo argentino una copia de la que habían visitado en los Pirineos.
En la Gruta, de piedra natural, se ha levantado todo un predio ideal para el recogimiento y la oración. Una estatua de mármol blanco, obra del escultor Héctor Rocha, representa a la Virgen María en actitud de las apariciones. Fuera de la Gruta está Bernardita de rodillas y en actitud de oración. También hay un amplio predio con bancos para el descanso y escuchar misa.
Plaza Manuel Solares
El espacio que hoy lleva el nombre de Plaza Solares tiene su origen en el deslinde de tierras que conformaban la Estancia de Alta Gracia, prevista por orden testamentaria a la muerte de José Manuel Solares (1868).
Uno de sus primeros usos fue lugar de recepción de viajeros que traían mercancías en carretas para intercambiar en la zona.
Desde entonces ha sido un tradicional lugar de encuentro de los pobladores y visitantes de Alta Gracia, integrándose totalmente al núcleo urbano de la Ciudad.
Hoy día, la Plaza Solares cuenta con un gran follaje de árboles añejos que envuelven al visitante en este espacio que fue refuncionalizado recientemente.
Sierras Hotel
Construido en la primera década del siglo xx, fue el primer Hotel Casino de la República Argentina. El edificio y sus parques conservan la majestuosidad del estilo inglés y por sus galerías se trasladaron las más famosas personalidades en su época.
Habiendo iniciado sus actividades en el año 1908, rápidamente se convirtió en
un polo de atracción para el turismo y el esparcimiento, como así también en destacado referente nacional e internacional de actividades culturales, científicas y sociales.
Parque Federico García Lorca
Es un extenso y bello parque natural que conserva la fauna y la flora autóctona. Es un lugar de descanso y esparcimiento que cuenta con pileta olímpica y campamento. Dentro del parque se encuentra el Circuito de Bicicrós, cuyas instalaciones cumplen con las exigencias de competencias internacionales.
Primer Paredón, La Hornilla y Los Paredones
A 4 km del centro de la ciudad, esta obra complementaria del Tajamar contenía al arroyo en diferentes niveles. Muy cerca se encuentra La Hornilla, uno de los hornos de cal utilizados por los Jesuitas.
La estación de ferrocarril
En Alta Gracia, el tren dejó de utilizarse para el traslado de pasajeros en 1977, mientras que su último viaje transportando carga fue en 1993.
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