Los memoriosos la recuerdan y los más jóvenes desconocen por completo la existencia de la estación de cargas de Mar del Plata. La historia de una terminal ferroviaria de la que sólo quedan unas pocas ruinas abandonadas y algunas vías retorcidas.
La estación Mar del Plata Cargas fue una de las tres terminales ferroviarias con que supo contar la ciudad, junto a las históricas Mar del Plata Norte y Mar del Plata Sud, y funcionó desde los primeros años de la década del '50 hasta principios de los '90, cuando era el medio de transporte más utilizado del país. Por este lugar pasaban una importante cantidad de trenes tanto de cargas como de pasajeros.
Allí se encontraba el cambio de vía que dirigía las formaciones hacia el puerto o en dirección a Estación Chapadmalal, y a diferentes destinos del sudeste de la provincia. En la actualidad sólo quedan las ruinas de lo que supo ser un polo de importantísima actividad económica para la ciudad y la zona. Tal vez, lo más simbólico que aún subsiste es el tradicional cartel de mampostería que identifica a todas las estaciones de tren de Argentina.
Mar del Plata tiene en sus "vitrinas" el ser una de las primeras ciudades del interior del país a las que arribó el tren, exactamente un 26 de septiembre de 1886. Este hecho marcó un punto de inflexión definitivo en el desarrollo de aquella pequeña villa balnearia de la aristocracia porteña, para pasar a ser una de las ciudades más importantes del país.
El sistema ferroviario de la Argentina, en sus épocas de esplendor, llegó a ser uno de los más extensos del mundo. Esto se evidencia en la gran cantidad de estaciones que quedaron desparramadas en el territorio y que en la actualidad muchas quedaron fuera de uso. En ese contexto, Mar del Plata Cargas, tuvo mucho que ver en el desarrollo económico y el crecimiento exponencial que experimentó la ciudad a partir de la década de '40.
Inaugurada en la década del '50, estaba ubicada en avenida Juan B. Justo al 4000, en el predio delimitado por la mencionada arteria, la avenida Canosa, Vértiz y Ratery. 0223 hizo una recorrida por lo que queda de las instalaciones para reconstruir parte de la historia de esta estación. De los cinco enormes galpones que supo tener la terminal, sólo quedan dos en pie: uno se encuentra en estado de abandono y el otro fue cedido por la autoridad ferroviaria a la Federación de Voley y al municipio para la construcción de canchas de hockey; al igual que gran parte de los terrenos, como por ejemplo donde está emplazado el Cema y donde se construirá la futura Ciudad Judicial.
Otras parcelas, las que comprenden la esquina de Juan B. Justo y Canosa fueron vendidas en los años '80, y también hubo usurpaciones en el sector que da a Vértiz, hoy conocido como Villa Evita. También se conservan los restos de la Oficina General de Cargas -el edificio más significativo de la estación-, que era el lugar donde se atendía al público.
En los años de mayor actividad, Mar del Plata Cargas supo contar con unos 30 trabajadores para cubrir los turnos mañana, tarde y noche: el jefe de estación -el responsable de toda la operatoria-, un capataz, trabajadores de la oficina de cargas, controladores de las formaciones, señaleros y peones. La estación también tenía su propia locomotora "pilota", que era utilizada para la alineación de los convoyes. Antes de que estuviera operativa la estación de cargas, estas operaciones del tráfico se realizaban en la estación Mar del Plata Norte, actual Terminal Ferroautomotora.
Durante décadas, decenas de trenes pasaban semanalmente por la estación de Juan B. Justo, tanto de cargas como de pasajeros. Había un flujo permanente con Estación Chapadmalal, de donde llegaban cargueros con piedras de aquella zona de canteras y todos los productos derivados de este material. También llegaban cerealeros desde las estaciones rurales del sudeste bonaerense.
Mar del Plata Cargas contaba con la conexión a Puerto, la cual hoy se encuentra parcialmente ocupada por un asentamiento a la altura de avenida Vertiz, que es parte de Villa Evita. Los cerealeros iban hacia los silos del puerto que aún continúan en pie, y desde la banquina, a diario partían formaciones del conocido popularmente como "tren del pescado", un convoy cargado de cajones de madera con pescado y hielo que viajaba a Plaza Constitución con los productos de la industria pesquera local.
Por Mar del Plata Cargas pasaban también muchos trenes de pasajeros, de los servicios que unían nuestra ciudad con Miramar, Balcarce, Tandil, Bahía Blanca y otras ciudades y pequeños pueblos del interior de la provincia, muchos de los cuales prácticamente dejaron de existir en la década del '90, cuando se produjo el gran cierre de ramales en la Argentina, producto de las políticas neoliberales del gobierno de Carlos Saúl Menem.
Cuenta la leyenda que a principios de 1990, por la mañana, cuando llegaba el tren de Miramar, un pequeño grupo de alumnos de la entonces Enet 3 (hoy Técnica 5) aprovechaban que el convoy aminoraba la marcha para cruzar Juan B. Justo, y se colgaban en uno de los vagones, "arreglaban" al guarda con un atado de 4370, y viajaban hasta Luro, en donde había que saltar para no evidenciar la picardía en la antigua Estación Norte. No muchas personas en Mar del Plata pueden decir que se "rateaban" en tren.
Los últimos años de funcionamiento de Mar del Plata Cargas fueron sin pena ni gloria. Si bien no hubo un cierre oficial, las últimas operaciones de cargas se dieron en 1983. Con el tiempo el predio fue quedando abandonado y se desmontaron la mayoría de los galpones al tiempo que se levantaron rieles y señales. El desvío a Puerto y la cabina que señalaba este sector fue usurpado e inclusive algunas viviendas precarias se establecieron sobre el trazado. La vía que va hacia Miramar, que parte también de este punto, tiene algunas interrupciones por usurpación en el asentamiento de Villa Evita, aunque mayormente se encuentra liberada hasta la vecina ciudad balnearia, previo paso por Estación Chapadmalal y Comandante Nicanor Otamendi.
Es difícil de imaginar qué hubiera pasado si la política de transporte en la Argentina hubiera preponderado el ferrocarril y sus prestaciones, cómo hubiera sido la ciudad con un trazado férreo recorriendo gran parte de la misma y conectando a Mar del Plata con el sudeste bonaerense por medio del tren. Hasta se podría haber pensado una ciudad con un servicio de trenes urbanos al estilo de Capital Federal y Gran Buenos Aires, aunque esto es parte de la imaginación de un futuro ferroviario que no fue.
Fuente: 0223
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