Buenos Aires - La Reina del Plata
Temas de Intrés
Teatro Colón
Teatro Colón
Teatro Colón es un teatro de ópera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por su tamaño, acústica y trayectoria, ha llegado a ser considerado como el mejor teatro lírico del mundo.
Según una encuesta realizada por el experto en acústica Leo Beranek a destacados directores internacionales de ópera y de orquesta, el Teatro Colón posee la sala con la mejor acústica para ópera y la segunda mejor para conciertos del mundo.
Comparable con las salas líricas más importantes del mundo, como la Scala de Milán, el Metropolitan Opera House de Nueva York, la Ópera Estatal de Viena, la Royal Opera House (Covent Garden) de Londres y la Ópera de París, es índice inequívoco de consagración para quienes se presentan en él y lugar ineludible para los amantes de la música.
El Colón ha sido desde siempre un teatro venerado por el público y por los artistas más renombrados.4 A su vez, es sede de la Orquesta Estable, el Coro Estable, el Ballet Estable del Teatro Colón y de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
También funcionan en su sede el Centro de Experimentación del Teatro Colón, el Instituto Superior de Arte, con su Orquesta Académica, el Coro de Niños y el programa Colón Contemporáneo.
Es un teatro de temporada o de stagione que renueva su programación anualmente, no un teatro de repertorio.
Asimismo es un teatro de producción propia, que cuenta con talleres especializados para realizar todos los elementos necesarios para la escenificación de un espectáculo de ópera o ballet.
Entre 2001 y 2010, el Teatro Colón fue sometido a un profundo proceso de restauración conservativa y modernización tecnológica que le devolvió el brillo original de sus años de esplendor, sin alterar la acústica de su sala ni la arquitectura original de las partes nobles.
Durante el período de restauración, el Teatro Colón desarrolló sus actividades artísticas en salas alternativas de la ciudad de Buenos Aires.
Fue reabierto el lunes 24 de mayo de 2010, como parte de los festejos del Bicentenario de la Argentina.
Más de 50 profesionales y especialistas trabajaron bajo las órdenes del arquitecto Andrés Schulman, Jefe de proyectos de la Unidad de Proyectos Especiales para la Restauración y Actualización tecnológica del Teatro Colón.
El edificio
El edificio ocupa 8200 metros cuadrados –con una superficie total de 58 000 m²– en el predio delimitado por las calles Tucumán, Libertad, el pasaje Arturo Toscanini y la calle Cerrito (Av. 9 de Julio).
Plano de la planta baja del teatro
Plano del primer piso del teatro
El Instituto Superior de Arte, la biblioteca, el Centro de Experimentación y los talleres conforman dependencias extraordinarias que diferencian al Teatro Colón de otros teatros del mundo ya que la mayoría de los telones, elementos escenográficos, vestuario y todo lo necesario para una puesta en escena completa se construyen en el mismo edificio. Tanto el instituto como los talleres y los cuerpos estables de coro, orquesta y ballet son un semillero de talentos que han dado prueba de la capacidad profesional y artística de sus egresados y empleados.
Foyer
La entrada principal se encuentra sobre la calle Libertad, bajo una marquesina de hierro forjado, y conduce a un gran foyer adornado por columnas con basamento de mármol rojo de Verona, recubiertas de estuco para imitar el mármol botticino y con aplicaciones de estuco dorado.
El piso, con diseño de guardas y motivos decorativos, está cubierto por teselas de gres de forma irregular. Sobre el foyer se encuentra una cúpula octogonal de cristal traída de la casa Gaudin en París.
Tiene ocho musas «que invitan al espectador a subir al mundo de las artes».
La escalinata de entrada, construida en mármol de Carrara, está flanqueada por dos cabezas de león talladas en piezas únicas. Mármoles amarillos y rosados de Siena y Portugal dan distintos matices de color y textura a la balaustrada. Sucesivas escalinatas llevan a los niveles superiores.
Salones
El tradicional paseo durante los intervalos permite la visita a los grandes salones del Colón. El Foyer de los Bustos, decorado con los bustos de los compositores Mozart, Bellini, Bizet, Beethoven, Gounod, Rossini, Verdi y Wagner, realizados por Luis Trinchero y con el grupo escultórico llamado El Secreto, de Eberlein, comunica con el Salón Blanco.
De estilo renacentista francés, es el antepalco de la platea balcón en funciones oficiales y se utiliza frecuentemente para reuniones formales, conferencias y agasajos.
Dos grandes galerías, coronadas por vitrales, ofrecen una vista muy amplia del hall de entrada y conducen de la Galería de los Bustos al Salón Dorado.
El Salón Dorado es de inspiración francesa, reminiscente del Grand Foyer de la Ópera de París.
El dorado a la hoja de su decoración, las columnas talladas, las arañas, los vitrales de Gaudin con imágenes de Homero y Safo y el mobiliario son reflejados por una sucesión de espejos que potencia su fastuosidad.
Convertido ya en una sala con vida propia, el Salón Dorado es centro permanente de conciertos de música de cámara, conferencias y exposiciones paralelas a la actividad de la sala, con entrada libre y gratuita.
Sala principal
La sala principal -una de las mayores del mundo- tiene 32 metros de diámetro, 75 de profundidad y 28 de altura en un entorno de estilo ecléctico, que combina el neorrenacentismo italiano y el barroco francés, con una rica decoración en dorado y escarlata.
Dividida en siete niveles, tiene capacidad para 2487 espectadores sentados y alcanza los 3000 si se incluyen los de pie. El escenario tiene 35 metros de profundidad por 34 de ancho y la boca de escena es una de las más grandes en los teatros con forma de herradura a la italiana.
Un centenar de apliques de bronce con tulipas de diseños variados y numerosas cajas con luz indirecta, sumados al rojizo y fresa de la tapicería y al oro pálido y marfil antiguo de los elementos de decoración, otorgan a la sala un tinte cálido y acogedor.
La platea está formada por 632 butacas de hierro forjado y madera, tapizadas en pana y dispuestas en 22 filas, divididas en dos por un corredor central.
Desde las entradas laterales hasta el escenario hay, a la derecha e izquierda, sendas filas de cinco palcos baignoire o grillés, construidos bajo el nivel de la platea y cerrados por una reja removible de bronce.
Utilizados originalmente por el sector del público que guardaba luto o no quería ser visto, esos recintos -que el arquitecto Meano llamaba "palquitos con reja"- albergan hoy cabinas de grabación de audio y video, así como de retransmisión de los espectáculos por radio o televisión.
Estas grabaciones forman parte del archivo del Colón.
Desde la platea se elevan tres niveles de palcos: bajos, balcón y altos. Construidos a la francesa, abiertos y con divisiones bajas, una cortina de brocado de seda color rosa viejo los separa de su antepalco, amueblado con banquetas, espejos y percheros.
Los pisos superiores reciben los nombres de cazuela, tertulia, galería y paraíso. A las localidades con asiento se suman más de quinientos lugares para espectadores de pie, distribuidos en esos cuatro niveles.
Cúpula
Originalmente la cúpula de la sala principal fue pintada por Marcel Jambon, un artista francés, y contó con la colaboración de Jean Baptiste Edouard Detaille. Las pinturas fueron realizadas en su atelier de París y representaban al dios Apolo en un carro tirado por cuatro corceles blancos, presidiendo un cortejo de musas.
La pintura original se mantuvo hasta los años 1930, cuando las filtraciones de humedad arruinaron la obra.
Algunas fuentes indican que fue producto de haber colocado barras de hielo sobre el plafond durante un baile de carnaval en 1936, mientras que otras establecen que, dado el ángulo del techo del teatro, el revestimiento con chapas de plomo no era el indicado y con los años se produjo un resquebrajamiento que facilitó las filtraciones durante los días de lluvia.
La cúpula se mantuvo sin la pintura decorativa hasta mediados de la década de 1960, cuando se decidió volver a agregarla.
La idea de realizar una obra nueva en lugar de reproducir la original fue inspirada en el trabajo realizado en la Ópera de París por Marc Chagall, quien en 1964, a pedido del gobierno francés, sustituyó el plafond realizado por Jules Eugène Lenepveu entre 1869 y 1871.
Por iniciativa de Manuel Mujica Lainez, se encargó entonces a Raúl Soldi la decoración de la cúpula del teatro, tarea por la que no pidió ninguna remuneración y en la que trabajó entre diciembre de 1965 y marzo de 1966.
La obra, compuesta de dieciséis telas que abarcan 320 metros cuadrados, fue realizada en un principio en el piso 11 del Teatro San Martín y fue colocada finalmente en la cúpula utilizando un andamio de casi 30 metros.
La nueva pintura fue inaugurada el 25 de mayo de 1966 con la representación de Antiguas danzas y aires, de Ottorino Respighi.
El vestuario, diseñado también por Soldi, era el mismo que el que llevan los personajes que decoran la pintura.
Durante la restauración del teatro finalizada en 2010 se rehízo el sistema de descenso, construyendo un sistema automatizado que la baja hasta el suelo para tareas de limpieza y mantenimiento.
También se reconstruyeron las tulipas y partes de bronce faltantes, sometiéndolas a un proceso de oxidación con fuego para que se parecieran a las antiguas.
Todas estas tareas de restauración de la araña estuvieron a cargo de Juan Carlos Pallarols.
En el centro se encuentra una araña o plafonnier de bronce de más de una tonelada de peso. Realizada por los hermanos Azaretto y elevada por primera vez en 1908, esta araña de bronce en forma de semiesfera tiene un diámetro de 7 metros y posee 730 bombitas eléctricas y un centenar de apliques y diseños de tulipas.
En la cúpula existe también un corredor con espacio en su interior que permite albergar músicos y desde allí generar distintos efectos de sonido o las voces celestiales de algunas óperas.